#ReallyOpenGov: Hacia un gobierno verdaderamente abierto

El Gobierno Abierto puede ser entendido como una tendencia global orientada hacia la realización de derechos ciudadanos a través del acceso a la información pública, la participación ciudadana y el trabajo colaborativo, fuertemente apoyado por el uso de tecnologías de la información y comunicación.

En la actualidad el movimiento global que impulsa el Gobierno Abierto se sostiene a partir de un tramado complejo y amplio de personas, organizaciones, coaliciones y redes de la sociedad civil. Estos “agentes” impulsan diversas “agendas” que han ido constituyéndose como verdaderos campos de acción o frentes de incidencia definidos, que a su vez, han logrado configurarse como comunidades de interés, conectando continentes y campos de intervención diversos. Tal es el caso de las organizaciones vinculadas a la transparencia de las industrias extractivas, los datos abiertos, las adquisiciones públicas, los gobiernos (nacionales, regionales y/o locales),  entre otras temáticas de trabajo.

Sin embargo  –y a pesar de ser un contexto muy estimulante– todavía es posible identificar a agentes y agendas que podríamos caracterizar como “subrepresentadas” o ausentes en las instancias y espacios que promueven el Gobierno Abierto, tanto a nivel nacional como global. Con “agentes subrepresentados nos referimos a personas, organizaciones, redes y coaliciones que no vemos presentes en los espacios donde se debaten las estrategias para lograr gobiernos abiertos o que comprendan las razones por las cuales este tipo de trabajo es importante y relevante para el desarrollo humano. Entre estos agentes subrepresentados encontramos a organizaciones vinculadas la defensa de los derechos de las mujeres, las personas con discapacidad, los adultos mayores, las personas LGBT y los pueblos indígenas, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Con agendas subrepresentadas” nos referimos a aquellas luchas temáticas y/o sectoriales que todavía permanecen lejos de los espacios donde se debate el Gobierno Abierto y que, peor aún, desconocen sus ideales y mecanismos, restando así la  posibilidad de emplear la filosofía y mecanismos de Gobierno Abierto en el alcance de sus propios objetivos. Estas agendas no son necesariamente nuevas, aunque varias han emergido en años recientes. En realidad, la gran mayoría podrían entenderse como luchas históricas que aún no han logrado posicionarse como prioridad dentro de las políticas de Gobierno Abierto de los Estados. Tal es el caso de las agendas enfocadas en la promoción de los derechos culturales, la igualdad de género, y la lucha contra los diversos tipos de discriminación.

Barreras reales

Creemos que una forma de aproximarnos a la inclusión de agentes y agendas subrepresentadas de los procesos de Gobierno Abierto es reconocer y explorar a profundidad la existencia de lo que hemos denominado como “barreras previas”, que consisten en aquellas barreras que impiden la entrada de determinados actores sociales (agentes) y temáticas (agendas) a los espacios y procesos de Gobierno Abierto.

Algunas de las barreras previas que hemos identificado preliminarmente son:

  • acceso al entorno,
  • lingüísticas y
  • de comunicación.

 

Las barreras de acceso al entorno son aquellas que afectan a las personas con movilidad reducida y discapacidad motriz. Se presentan como faltas de accesibilidad al espacio físico por la inexistencia de rampas, ascensores, la falta de servicios de transporte, entre otros.

Las barreras lingüísticas surgen cuando no se considera la aplicación en las diferentes vías de información de Gobierno Abierto el trabajo en otros idiomas y en particular en lenguas indígenas, algo que desafortunadamente identificamos como un problema generalizado en las instancias y procesos de Gobierno Abierto, en detrimento de los derechos culturales de las personas y sus comunidades.

Las barreras de comunicación son similares a las barreras lingüísticas pues impiden el acceso de personas analfabetas o que se encuentren en situación de discapacidad sensorial (sordos o ciegos) a instancias de Gobierno Abierto.  Al no contar con información adaptada a sus condiciones de comunicación (como lengua de señas, braille o lectoescritura), se pierde la oportunidad de vincular a grupos diversos recogiendo su visión con el fin de enriquecer el proceso de construcción colaborativa del concepto de Gobierno Abierto.

Reconocemos que existen barreras más generales que también afectan la participación en procesos de Gobierno Abierto, como aquellas de orden geográfico y económico. Por ejemplo, las barreras geográficas implican que personas que viven en zonas periféricas y/o rurales tienen menos posibilidades de acceder a información e instancias de Gobierno Abierto, ya sea por la centralización de las instituciones y los procesos de seguimiento, o por los efectos directos de brechas digitales existentes en el territorio. Por otro lado los grupos de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad no cuentan con recursos suficientes para trasladarse a las instituciones, acompañar procesos, pagar servicios de Internet, y/o no han recibido formación para realizar trámites necesarios, siendo dependientes de otros para su realización, lo que se traduce en una barrera económica.

Tomando todo este contexto en cuenta proponemos que el movimiento global hacia el Gobierno Abierto debe generar estrategias sostenidas que garanticen la incorporación de agentes y agendas diversas, evitando una contradicción con el objetivo de ser un nuevo paradigma de gobernanza a partir de la transparencia, colaboración y participación de todos y todas, sin exclusiones. En otras palabras un “gobierno abierto para todos” implica atender en primera instancia, a todas estas barreras.

Hacia los Principios y Agenda “Really OpenGov”

En el marco del Programa de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para la Promoción de Gobiernos Abiertos en las Américas un grupo de trabajo conformado por representantes de cinco países de América Latina ha planteado un proyecto titulado ReallyOpenGov (gobierno verdaderamente abierto, o ROG). Este proyecto busca ampliar la noción actual de Gobierno Abierto, sugiriendo que el principio de apertura se desarrolle de forma más integral, con inclusión y accesibilidad para todas las personas, potenciando la participación de agentes y temáticas diversas que permita lograr una verdadera apertura y la construcción de la legitimidad del concepto.

Como primer paso para el logro de estos objetivos, el grupo desarrollará una declaración de principios ROG y una agenda orientada a incidir en el movimiento global de Gobierno Abierto y en particular en la Alianza para el Gobierno Abierto (AGA).

En términos concretos la agenda incluye la validación colaborativa y participativa de principios ROG, la construcción de un mandato ROG que pueda ser asumido por el Support Unit de la AGA y por los Comités Nacionales de Seguimiento de los Planes de Acción AGA. Entre las actividades que debería contemplar esta agenda, es levantar un estudio de investigación que permita comprender las dimensiones de las barreras previas, recabando información desde la experiencia de personas y organizaciones en diferentes países frente a estos obstáculos.

Creemos que aterrizar principios y una agenda ROG permitirá que muchos otros agentes se sumen a una conversación impostergable y a una causa que fortalecería la agenda global para el Gobierno Abierto, logrando que organizaciones como la AGA integren aspectos inclusivos en sus prácticas cotidianas, volviendo al gobierno abierto en sinónimo real de apertura para todos y todas en el mundo.

 

Conoce más sobre el proyecto Really OpenGov aquí.


Texto: Equipo Really OpenGov (Bruno Brandao, Mauricio Delfin, Jimena Luna, Teo Urbieta, Alan Vera y Rebeca Yañez).

Foto: Mauricio Delfin. Compartiendo ideas hacia el proyecto “Really OpenGov” en taller del Fellowship OEA — Maryland, 2015.

* Artículo originalmente publicado en YoGobierno.org

 

 

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